Mi abuela es una artista
Tiene 81 pero huele a algodón
A algodón dulce y rosado como son sus labios
Los que lleva pintados aunque sea domingo
Mi abuela es una estrella en una noche sin color
Tiene corazón de loica
Y manos de girasol
Con ellas hace roscas en la arena
En la orilla de una playa virgen
A la hora que se pone el sol
Mi abuela es un sortilegio
De azucena tornasol
Escribe para vencer la muerte
Para que la soledad
No le crezca como árboles
Mi abuela no tiene prisa
Camina como una princesa
El palacio es la memoria
Que le besa la sombra
Y la voz
Mi abuela habla con las nubes
Con la madera y la maleza
Le encuentra rostros a las cosas
Para que los rostros hablen más que las cosas
Mi abuela es un cuarto con luz
Cíclope de Cortázar
Mapa del paraíso
Sus huellas son el puzzle de la tierra
La madreselva que florece como botón.
Mi abuela es un tálamo
Le gusta el tango y Manzanero
La poesía que cae del cielo
El silencio de un libro bajo el colchón.
Mi abuela es un dedal de oro
Frágil canción de amor
Se cuela en las células de mi vida
Inevitable
Innombrable
Dolorosa
Y perpetua
…la otra tarde la vi riendo
Y entendí lo que era Dios
3 comentarios:
Cosita Gaby, eres maravillosa y tu fluidez para escribir, retratan a la abuela y madre querida, te felicito por ser capaz de darnos estas alegrías y orgullo de tenerte cerca...
te amo
Los pueblos de cultura originaria, con su real identidad, celebran la partida de la oscuridad del largo invierno, para poder recibir la nueva luz que empieza a renacer tímida, haciendo florecer las semillas sembradas, en el mes de junio... el año nuevo verdadero y que nos pertenece, es en junio... ahí se cierra un ciclo y comienza otro. Copiamos al Continente lejano. Celebramos ahora en enero el año nuevo, por qué? Me pregunto, por qué existe esa y tantas otras copias.
Nosotros celebremos como bien lo hacen en la cultura mapuche y pueblos originarios, que conservan el verdadero espíritu del sentido circular de la tierra... dejan partir el invierno con su oscuridad, el se aleja y regresa la esperada luz, naciendo nuevas semillas creadoras.
Celebremos al nuevo día, cada día, el solo hecho de existir...
LA EDAD DE ORO de José Martí
Dos milagros
Iba un niño travieso
Cazando mariposas;
las cazaba el bribón, les daba un beso,
y después las soltaba entre las rosas.
Por tierra, en un estero,
estaba un sicomoro;
le da un rayo de sol, y del madero
muerto, sale volando un ave de oro.
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