Frijoles negros.
Lluvia.
Ceniza sobre Chaitén.
La garganta pica lo suficiente
para creer que Dios ha muerto.
Y mientras bebo la última gota
del jarabe,
un hombre es subido a la ambulancia.
Santiago ronca la indolencia
y la política se corrompe.
No hay pan para África esta noche,
ni sosiego para el mendigo de Huérfanos.
Allí conozco a uno
que mastica la rabia a diario.
Y nadie, ni siquiera yo
le da monedas.
La próxima vez que lo vea
le diré que pida limosna con pena.
Porque esa es la enfermedad que no aparece en el Auge
y la que realmente tiene filas de espera.
¿Suena absurdo?
Mejor comer frijoles negros con vos
y estornudar tanto como dura el noticiero.
miércoles, 21 de mayo de 2008
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3 comentarios:
Sin sosiego.
"Mendigo alegre produce desconfianza", Nicanor Parra. Saludos...
PD: el Blog de Percepciones es el que mas reviso, Ciao.
Un texto magico, que transporta indiscutiblemente a una realidad, sin embargo con palabras fuera de lo comun.
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